Desmontando los mitos sobre la endodoncia
Las endodoncias son tratamientos seguros que realizamos de manera habitual en nuestra clínica Identa de Madrid. Casi todos nosotros tenemos en nuestra propia boca o conocemos a personas que tienen uno o varios de sus dientes endodonciados. Y aun siendo un tratamiento tan común, no está exento de falsos mitos que hacen que los pacientes tengan algunas dudas acerca de la realización de dicho tratamiento, con las consiguientes consecuencias a la hora de poder mantener el diente afectado en la boca u ocasionar su pérdida. En ete artículo desmontaremos los mitos sobre la endodoncia que nos acompañan en nuestro día a día. Para ello, vamos a tratar algunos de los mitos más extendidos y que escuchamos todos los días de nuestros pacientes dentro de la consulta dental. Sigue leyendo para descubrir qué hay de verdad detrás de cada uno de ellos.
7 mitos sobre la endodoncia que no son ciertos
Mi dentista anterior me mató un nervio
No, nosotros no matamos nervios. Nosotros limpiamos, desinfectamos, damos forma y sellamos los conductos por donde pasan el nervio, la vena y la arteria de cada diente (lo que nosotros llamamos pulpa). Ese diente quedará sin aporte sanguíneo ni nervioso, lo que hace que deje de doler.
Cuando el nervio de un diente se ve afectado de manera irreversible por caries, fracturas o traumatismos, por ejemplo, es necesario retirar ese tejido infectado y rellenar y sellar tridimensionalmente el conducto por donde antes pasaba ese tejido vascularizado.
No quiero tener un diente muerto en mi boca
No tenemos nada muerto dentro de la boca. Tenemos un diente que si bien antes tenía un paquete vasculonervioso, con el tratamiento de endodoncia deja de estar vascularizado, lo cual no hace que esté muerto. La necesidad de hacer una endodoncia viene propiciada por una inflamación del nervio y su consiguiente dolor o por una necrosis pulpar que en muchas ocasiones causa flemones, abscesos o fístulas. Pero esta palabra “necrosis”, no puede ser entendida como tener un diente muerto, sino con tener un diente que no tiene vitalidad porque le hemos extirpado su pulpa.
Los dientes endodonciados no tienen caries (uno de los mayores mitos sobre la endodoncia)
El gran mito de los dientes endodonciados. ¡¡Claro que los dientes endodonciados pueden tener caries!! El tejido dental que queda, el esmalte y la dentina, son igual de susceptibles a padecer caries que el resto de dientes de nuestra boca. La diferencia es que este diente al no tener vitalidad, no va a doler por ese motivo. Pero nuestro diente se va a comportar de la misma manera que el resto de los dientes y va a necesitar sus mismos cuidados en cuanto a higiene y prevención.
Hacerse una endodoncia duele
No, no es cierto. La endodoncia se lleva a cabo en nuestras consultas bajo anestesia local que hace que no vayamos a tener ningún tipo de dolor durante el tratamiento. Es verdad que en ocasiones, cuando la pulpa está muy inflamada, el pH de ese tejido es más bajo y el anestésico puede permanecer de manera ionizada cuyo resultado es una menor penetración en el tejido provocando una anestesia inadecuada. Pero aun así, tenemos otras opciones y técnicas anestésicas que minimizan el dolor.
Los dientes endodonciados se vuelven negros
No, de manera relativa. Existen dos causas principales para que un diente se vuelva negro. La primera de todas es como consecuencia de una necrosis pulpar. Los productos de degradación del nervio se quedan acumulados en el interior del diente y provocan esa coloración oscura. Esto es muy frecuente en los casos en los que la necrosis se ha producido por un traumatismo.
La segunda causa más frecuente es que después de hacer una endodoncia se queden restos de material de obturación que con el tiempo provocan que ese diente cambie su color.
En ambos casos, existe una solución: limpieza del interior del diente y blanqueamiento interno posterior.
Un diente endodonciado nunca más vuelve a doler
No, tampoco es cierto. Un diente endodonciado de la misma manera que es susceptible a caries, también lo es al resto de enfermedades que podemos tener en la boca, como la gingivitis o la enfermedad periodontal que afectan a los tejidos que rodean al diente.
También tenemos que tener en cuenta que un diente endodonciado tiene mucho menos tejido propio sano que el resto de dientes, por lo que es más susceptible a padecer fisuras o fracturas bien en la parte de la corona o en su raíz. Por eso es importante proteger al máximo la estructura que nos queda después de terminar el tratamiento de endodoncia.
Prefiero quitarme el diente y ponerme un implante
Si un diente tiene solución mediante un tratamiento de endodoncia, ¿por qué vamos a quitarlo?
Únicamente quitaremos un diente que no pueda solucionarse por ninguna otra vía. Pero nuestra prioridad siempre, es mantener nuestros dientes en la boca durante mucho, mucho tiempo.
La extracción y el implantes es solo para cuando no podamos asegurar la permanencia del diente en la boca por causas como una fractura vertical, gran pérdida de hueso periodontal o caries que hayan provocado una gran destrucción del diente que haga que sea imposible la duración del tratamiento.
Conclusión tras ver los mitos sobre la endodoncia
La endodoncia, en un caso muy alto de casos es la única alternativa a la extracción de un diente. Todos los días evitamos extraer dientes únicamente gracias a la endodoncia.
Es un tratamiento que en buenas manos es seguro y predecible y su tasa de éxito es superior al 95%
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